I. tengo una herida estampada en la frente
empapada: dolorosa
aún fresca y palpitante
(dueña de un ritmo lógico)
lastimosa y todo
es mía y la cuido
es mía y está bien
II. aunque la aborrezca
aunque arda siempre
la dispongo al roce para que nunca cicatrice
para que nunca se matice
no dejo que cierre
no quiero que sane
(humecta sagradamente la piel)
III. porque está ahí, expuesta
y debería ruborizarme
decido que no
y escribo sobre ella
(se mantiene así, encendida)
desde antes de saber que era mía
desde antes de asimilar su estadía
IV. y soy capaz de lamerme
cuidadosamente cada noche
celebrar la vulnerabilidad de mi herida
y regarla (y hablarle, hablarle siempre)
porque es el riesgo voluntario el saber que
esta herida es miseria
pero es mi miseria
y es lo único que me queda
1 comentario:
Te dejo un saludo amiga, me encanta escucharte y leerte
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